La cuarcita es una piedra natural que ha ido ganando popularidad en los últimos años debido a sus infinitas propiedades, tales como su larga durabilidad, su inmejorable estética y el bajo o nulo mantenimiento que requiere.
La cuarcita es una roca metamórfica. Las altas temperaturas y presiones aseguran la formación de una roca consistente y pulible compuesta casi en su totalidad por cuarzo de la arenisca porosa. La cuarcita pura es la roca más resistente a la intemperie que existe. Debido a su alta resistencia a la compresión y abrasión, esta roca es adecuada para suelos, fachadas y muchas aplicaciones de interior y exterior. Su origen en la cristalización de las areniscas hace de la cuarcita un material menos poroso cuyas cualidades de dureza, uniformidad y resistencia la convierten en una piedra natural única.
Las buenas propiedades técnicas de esta cuarcita la hacen ideal tanto para uso interior como exterior. Debido a su resistencia a los ácidos, el material también es ideal para encimeras de cocina. Contemporáneo, elegante y discreto, la cuarcita es perfecta tanto para la arquitectura contemporánea como para la atemporal.
La cuarcita es una piedra natural muy duradera y fuerte que puede soportar mucho peso. Su resistencia a la compresión es similar a la del granito, lo que lo convierte en un material ideal para áreas de mucho tránsito, como encimeras de cocina y suelos. Además, la cuarcita es resistente a los rayones, las manchas y el calor, lo que la convierte en una opción práctica para decorar los hogares. A diferencia de otras piedras naturales como el mármol, la cuarcita no requiere sellado ni tratamientos especiales, lo que la convierte en un material rentable a largo plazo.
La cuarcita viene en una variedad de colores y patrones, que van desde blancos y grises suaves hasta azules y verdes audaces. Cada losa de cuarcita es única, lo que significa que no hay dos encimeras o suelos que se vean exactamente iguales. Esta variación natural agrega carácter y profundidad a cualquier espacio, y la convierte en una opción muy recurrente entre propietarios, arquitectos y diseñadores. La apariencia lujosa y elegante de la cuarcita puede realzar la belleza de cualquier habitación y agregar valor a una propiedad.
La cuarcita requiere un mantenimiento mínimo y se puede limpiar fácilmente con agua y jabón. A diferencia de otras piedras naturales como el mármol, no requiere sellado ni tratamientos especiales, lo que ahorra tiempo y dinero a quienes deciden adecentar un espacio en sus hogares con esta piedra. La cuarcita también es resistente a las bacterias y al moho, lo que la convierte en una opción higiénica para cocinas y baños. Además, la cuarcita no se desvanece ni se decolora con el tiempo, lo que significa que mantendrá su belleza y valor en los años venideros.
A nivel constructivo, la cuarcita se suele utilizar como pavimento de exterior y de interior, así como revestimiento de paredes y fachadas exteriores. Como encimera de cocina, se puede obtener con distintos acabados como pulido, mate, satinado o envejecido. En todo caso, dos de los factores más importantes a la hora de elegir una encimera -la resistencia a las altas temperaturas y su fácil limpieza- están garantizados con este tipo de piedra natural.